segunda-feira, 23 de novembro de 2009

"Clareza analítico-conceitual é uma condição elementar da racionalidade de qualquer ciência. Nas disciplinas práticas, que apenas muito indiretamente podem ser controladas por experiências empíricas, esse postulado tem um significado ainda maior [...] A racionalidade da fundamentação exige que o percurso entre as disposições de direitos fundamentais e os juízos de dever-ser seja acessível, na maior medida possível, a controle intersubjetivos [...] Sem clareza analítica nem mesmo seriam possíveis enunciados precisos e fundamentados sobre a interação das três dimensões [...]. Se há algo que pode livrar ao menos um pouco a ciência dos direitos fundamentais da retórica política e das idas e vindas das lutas ideológicas é o trabalho na dimensão analítica".
Alexy, Robert. Teoria dos direitos fundamentais, trad. V. A. da Silva, São Paulo: Malheiros, 2008, pp. 43 e ss.

terça-feira, 8 de setembro de 2009

Trocas Simbólicas - BORDIEU

A competência suficiente para produzir frases suscetíveis de serem compreendidas pode ser inteiramente insuficiente para produzir frases suscetíveis de serem escutadas, frases aptas a serem reconhecidas como admissíveis em quaisquer situações nas quais se pode falar. Também, neste caso, a aceitabilidade social não se reduz apenas à gramaticalidade. Os locutores desprovidos de competência legítima se encontram de fato excluídos dos universos sociais onde ela é exigida, ou então, se vêem condenados ao silêncio. Por conseguinte, o que é raro não é a capacidade de falar, inscrita no patrimônio biológico universal e, portanto, essencialmente na distintiva, mas sim a competência necessária para falar a língua legítima que, por depender do patrimônio social, retraduz distinções sociais na lógica propriamente simbólica dos desvios diferenciais ou, numa palavra, da distinção.
A constituição de um mercado lingüístico cria as condições de uma concorrência objetiva na qual e pela qual a competência legítima pode funcionar como capital lingüístico produzindo um lucro de distinção por ocasião de cada troca social. Tal lucro não corresponde exclusivamente ao custo de formação pelo fato de estar ligado em parte à realidade dos produtos e das competências correspondentes.

BORDIEU, Pierre. A economia das trocas lingüísticas, São Paulo: Edusp, 1998.

segunda-feira, 24 de agosto de 2009

O (des)valor dos conceitos e das distinções

Existe, entretanto, um tácito consenso, na maioria das discussões entre cientistas sociais e políticos, de que podemos ignorar as distinções e proceder baseados no pressuposto de que qualquer coisa pode, eventualmente, ser chamada de qualquer outra coisa, e de que as distinções somente têm significado na medida em que cada um de nós tem o direito de “definir seus termos”’. Contudo, já não indica esse curioso direito, com o qual chegamos a aquiescer ao lidarmos com matérias de importância – como se ele fosse na verdade o mesmo que o direito à opinião própria -, que termos tais como “tirania”, “autoridade” e “totalitarismo” simplesmente perderam seu significado comum, ou que deixamos de viver em um mundo comum em que as palavras que compartilhamos possuem uma significatividade inquestionável, de modo que, para não sermos condenados a viver verbalmente em mundo inteiramente desprovido de significado, asseguramos uns aos outros o direito de nos refugiar em nossos próprios mundos de significado, exigindo apenas que cada um de nós permaneça coerente dentro de sua própria terminologia privada? Se, nessas circunstâncias, nos asseguramos de que ainda entendemos uns aos outros, não queremos dizer com isto que entendemos conjuntamente um mundo comum a nós todos, mas sim que compreendemos a coerência de argumentar e arrazoar, do processo de argumentação em seu puro formalismo” (ARENDT, Hannah. O que é autoridade, in Entre o passado e o futuro, trad. Mauro Barbosa, São Paulo: Perspectiva, 2002, pp.132-133)

segunda-feira, 17 de agosto de 2009

El complejo poético-militar - Slavoj Zizek

Radovan Karadzic, el líder serbobosnio responsable de la terrible limpieza étnica en la guerra de la antigua Yugoslavia, está, por fin, detenido. Ahora es el momento de alejarse un poco y examinar la otra faceta de su personalidad: psiquiatra de profesión, no sólo era un jefe político y militar implacable y despiadado, sino también un poeta. Y no debemos despreciar su poesía ni considerarla ridícula; merece una lectura detallada, porque ofrece la clave para entender cómo funciona la limpieza étnica. He aquí los primeros versos de un poema sin título que se identifica por su dedicatoria, "... Para Izlet Sarajlic": "Convertíos a mi nueva fe, muchedumbre. / Os ofrezco lo que nadie ha ofrecido antes. / Os ofrezco inclemencia y vino. / El que no tenga pan se alimentará con la luz de mi sol. / Pueblo, nada está prohibido en mi fe. / Se ama y se bebe. / Y se mira al Sol todo lo que uno quiera. / Y este dios no os prohíbe nada. / Oh, obedeced mi llamada, hermanos, pueblo, muchedumbre".

Estos versos describen una constelación precisa: el llamamiento obsceno y brutal a suspender todas las prohibiciones y disfrutar de una orgía permanente destructiva. El nombre que da Freud a ese dios que "no os prohíbe nada" es el superego, y ese concepto es crucial para entender la suspensión de las prohibiciones morales en la violencia étnica actual. Aquí hay que dar la vuelta al cliché de que la identificación étnica apasionada restablece un firme sistema de valores y creencias en la confusa inseguridad de la sociedad mundial laica de hoy: el fundamentalismo étnico se apoya en un secreto, apenas disimulado, "¡Podéis!". La sociedad posmoderna y reflexiva actual, aparentemente hedonista y permisiva, es paradójicamente la que está cada vez más saturada de normas y reglas que supuestamente están orientadas a nuestro bienestar (restricciones a la hora de fumar y comer, normas contra el acoso sexual...), de modo que la referencia a una identificación étnica apasionada, en vez de contenernos, sirve de llamamiento liberador: "¡Podéis!". Podéis infringir las estrictas normas de la convivencia pacífica en una sociedad tolerante y liberal, podéis beber y comer lo que queráis, asumir costumbres patriarcales que la corrección política liberal prohíbe, incluso odiar, luchar, matar y violar... Sin reconocer plenamente este efecto pseudoliberador del nacionalismo actual, estamos condenados a no poder comprender su verdadera dinámica. He aquí cómo describe Aleksandar Tijanic, un destacado periodista serbio que, durante un breve periodo, llegó a ser ministro de información y medios públicos de Milosevic, "la extraña simbiosis entre Milosevic y los serbios": "Milosevic resulta apropiadopara los serbios. Durante su gobierno, los serbios abolieron las horas de trabajo. Nadie hace nada. Permitió que florecieran el mercado negro y el contrabando. Se puede aparecer en la televisión estatal e insultar a Blair, Clinton, o cualquier otro de los 'dignatarios mundiales'. Además, Milosevic nos otorgó el derecho a llevar armas. Nos dio derecho a resolver todos nuestros problemas con armas. Nos dio también el derecho a conducir coches robados. Milosevic convirtió la vida diaria de los serbios en una gran fiesta y nos permitió sentirnos como estudiantes de bachillerato en un viaje de fin de curso; es decir, que nada, pero verdaderamente nada de lo que hacíamos se castigaba".

¿Dónde se concibió inicialmente este sueño de una orgía destructiva? Aquí nos aguarda una sorpresa desagradable: el sueño de la limpieza étnica lo formularon, hace muchos años, los poetas. En su Fenomenología del espíritu, Hegel menciona "el silencioso tejido del espíritu": la labor subterránea que va cambiando las coordinadas ideológicas, de forma invisible, en su mayoría, hasta que de pronto estalla y sorprende a todo el mundo. Es lo que ocurrió en Yugoslavia durante los años setenta y ochenta, de forma que, cuando las cosas estallaron a finales de los ochenta, ya era demasiado tarde, el viejo consenso ideológico estaba totalmente podrido y se desintegró por sí solo. En los años setenta y ochenta, Yugoslavia era como el personaje de dibujos animados que llega al borde de un precipicio y continúa andando por el aire; sólo se cae cuando mira hacia abajo y se da cuenta de que no tiene tierra firme bajo sus pies. Milosevic fue el primero que nos obligó a mirar hacia abajo, hacia el precipicio... Si la definición corriente de guerra es la de "una continuación de la política por otros medios", entonces podemos decir que el hecho de que Karadzic sea poeta no es una mera coincidencia gratuita: la limpieza étnica en Bosnia fue la continuación de una (especie de) poesía por otros medios.

Platón ha visto dañada su reputación porque dijo que había que expulsar a los poetas de la ciudad; un consejo bastante sensato, a juzgar por esta experiencia post-yugoslava en la que los peligrosos sueños de los poetas prepararon el camino para la limpieza étnica. Es verdad que Milosevic "manipuló" las pasiones nacionalistas, pero fueron los poetas los que le proporcionaron la materia que se prestaba a la manipulación. Ellos -los poetas sinceros, no los políticos corruptos- estuvieron en el origen de todo cuando, en los años setenta y primeros ochenta, empezaron a sembrar las semillas de un nacionalismo agresivo no sólo en Serbia, sino también en otras repúblicas yugoslavas. En vez del complejo industrial-militar, en la post-Yugoslavia nos encontramos con elcomplejo poético-militar, personificado en las dos figuras de Radovan Karadzic y Ratko Mladic.

Para evitar creer que el complejo poético-militar es una especialidad de los Balcanes, habría que mencionar por lo menos a Hassan Ngeze, el Karadzic de Ruanda, que, en su periódico Kangura, difundía de forma sistemática el odio contra los tutsis y hacía llamamientos al genocidio. Y es demasiado facilón despreciar a Karadzic y compañía y decir que son malos poetas: otras naciones ex yugoslavas (y la propia Serbia) tuvieron poetas y escritores reconocidos como "grandes" y "auténticos" que también se involucraron de lleno en proyectos nacionalistas. ¿Y qué decir del austriaco Peter Handke, un clásico de la literatura contemporánea europea, que asistió de forma muy sentida al funeral de Slobodan Milosevic?

El predominio de la violencia de justificación religiosa (o étnica) puede explicarse por el hecho de que vivimos en una era que se considera a sí misma post-ideológica. Como ya no es posible movilizar grandes causas públicas en defensa de la violencia de masas, es decir, la guerra, como nuestra ideología hegemónica nos invita a disfrutar de la vida y realizarnos, a la mayoría le resulta difícil superar su repugnancia a torturar y matar a otro ser humano. Las personas, en general, se atienen de forma espontánea a unos principios morales y matar a otra persona les resulta profundamente traumático. Por eso, para lograr que lo hagan, es necesario hacer referencia a una Causa superior que haga que las pequeñas preocupaciones por el hecho de matar parezcan una nimiedad. La religión y la pertenencia étnica desempeñan ese papel a la perfección. Por supuesto, hay casos de ateos patológicos que son capaces de cometer asesinatos de masas por placer, simplemente porque sí, pero son excepciones. La mayoría necesita que anestesien su sensibilidad elemental ante el sufrimiento de otros. Y para eso hace falta una causa sagrada.

Slavoj Zizek es filósofo esloveno y autor, entre otros libros, de Irak. La tetera prestada. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/complejo/poetico-militar/elpepuopi/20080807elpepiopi_4/Tes

terça-feira, 21 de julho de 2009

Os Livros e o Dia do Juízo

[...] o Livro da Vida foi dividido e republicado como uma série de volumes individuais, abertos, como quer o Apocalipse, de modo que os mortos possam ser "julgados pelo que está escrito nos livros". A idéia persiste ainda hoje: nossos livros testemunharão contra nós ou a nosso favor, nossos livros refletem quem somos e quem fomos, nossos livros têm nosso quinhão de páginas do Livro da Vida. Seremos julgados pelos livros que dizemos nossos".

MANGUEL, Alberto. A biblioteca à noite, trad. Samuel Titan Jr., São Paulo: Cia da Letras, pp. 162-163.

quarta-feira, 24 de junho de 2009

Lecciones de Ismail Kadaré


"La dictatura y la verdadera literatura sólo pueden cohabitar de una forma: devorándose día y noche una a outra".

"Homero fue el primer autor que se ocupó de dar cuenta del horror de un conflicto que enfrenta a su propio país con otro. Y lo hizo con una imparcialidad absoluta. Fue ése su mayor logro y lo que convierte sus obras en textos radicalmente modernos. Su libertad, su independencia a la hora de dar cuenta del drama. En realidad, Homero sigue siendo para muchos un autor incomprensible porque la suya no es la lógica que sirvió después para tratar de las guerras, la lógica de la victoria y de la derrota. Lo que él contó estaba más allá de todo eso, no le importaba tanto la victoria total, ni la derrota total".

Me siento decepcionado pero no como el resto del mundo. Porque no me esperaba algo tan maravilloso como la gente, por lo general, se esperaba. Los pobres han tenido una desilusión total porque, cuando la libertad es un sueño, es muy bella, muy hermosa. Mientras que todo el mundo sabe que la realidad poscomunista no era tan hermosa como se pensaba. La gente se ha vuelto más realista, se puede decir que el periodo de desilusión ya ha pasado. Ha comprendido que es necesario trabajar para construir la vida, no basta con tener la libertad. Es una máquina en ocasiones muy difícil de mantener".

sexta-feira, 19 de junho de 2009

A menina e a Soberba de Ser Anjo


[Lygia Fagundes Telles. Retrato de Flávio de Carvalho]

[...] Eu era anjo de procissão. Eu tinha minha bata branca e ia na frente com as asas brancas. Eu me lembro que o meu primeiro sentimento de soberba foi esse. O primeiro sentimento de soberba é que eu descobri que minhas asas eram feitas de penas mesmo, penas verdadeiras e dos outros anjos eram de papel crepom. Meu primeiro sentimento de soberba é que minhas asas eram verdadeiras. Primeiro sentimento soberbo. [...] (Lygia Fagundes Telles)

quarta-feira, 17 de junho de 2009

CORPO - GIORGIO AGAMBEN

CORPO

Giorgio Agamben

Ingressamos na câmara de reanimação na qual jaz o corpo de Karen Quinlan ou aquele do além-colmatoso ou do neomorto à espera da retirada dos órgãos. A vida biológica, que a máquina mantem funcionando ventilando os pulmões, bombando o sangue nas artérias e regulando a temperatura do corpo, está aqui integralmente separada da forma de vida que tinha o nome de Karen Quinlan: ela é (ou, pelo menos assim parece ser) pura zoé (...). O corpo de Karen Quinlan é, verdadeiramente, somente uma anatomia em movimento, um conjunto de funções cujo fim não é mais a vida de um organismo (...). O corpo de Karen Quinlan, que flutua entre a vida e a morte segundo o progresso da medicina e a variação das decisões jurídicas, é um ser de direito não menos que um ser biológico. Um direito que pretende decidir sobre a vida, amarra o corpo numa vida que coincide com a morte. (Tradução Marcus Vinícius Xavier de Oliveira, 17 de junho de 2009).

CORPO

Repubblica — 17 febbraio 2009 pagina 32 sezione: DIARIO

Entriamo nella camera di rianimazione in cui giace il corpo di Karen Quinlan o quello dell' oltrecomatoso o del neomort in attesa di prelievo degli organi. La vita biologica, che le macchine mantengono in funzione ventilando i polmoni, pompando il sangue nelle arterie e regolando la temperatura del corpo, è stata qui integralmente separata dalla forma di vita che aveva nome Karen Quinlan: essa è (o, almeno, così sembra essere) pura zoé (...). Il corpo di Karen Quinlan è veramente soltanto una anatomia in movimento, un insieme di funzioni il cui scopo non è più la vita di un organismo (...). Il corpo di Karen Quinlan, che fluttua tra la vita e la morte secondo il progresso della medicina e il variare delle decisioni giuridiche, è un essere di diritto non meno che un essere biologico. Un diritto che pretende di decidere sulla vita, prende corpo in una vita che coincide con la morte. - GIORGIO AGAMBEN

terça-feira, 9 de junho de 2009

Instinto do Mal

Um mestre judeu chamado Naftali de Ropshitz um dia repreendeu o filho de dez anos:

- Isso não está bom! O que faz não está nada bom!

- Não possa fazer nada - respondeu o menino. - Foi o instinto do mal que me possuiu! Ele é mais forte do que eu!

- Está bem, justamente - disse-lhe o pai. - Tome o exemplo desse instinto do mal: ele pelo menos faz bem o seu trabalho!

- É verdade - disse-lhe então o menino -, mas ele não está submetido a um instinto do mal que o obriga a fazer o bem!


CARRIÉRE, Jean-Claude. Contos filosóficos do mundo inteiro, São Paulo: Ediouro, 2008, p. 136.

quarta-feira, 3 de junho de 2009

Catherine Deneuve

Duas imagens de uma beleza única...







A prudência em Tomás de Aquino

17. Prudência:

A rainha das virtudes, para S. Tomás, é a prudência. Realmente, é ela que regula o exercício de todas as outras, que, sem ela, não chegam a ser virtudes, porque não produzem frutos bons. O esforço do imprudente para o bem não passa de zelo intempestivo; pode ser meritório, mas é inútil ou prejudicial.

A palavra prudência não tem, para S. Tomás, a vaga tonalidade de receio que lhe dá a linguagem vulgar. A prudência é a virtude que nos ensina a proporcionar os meios aos fins. Pode aconselhar-nos a ser destemidos como a ser cautelosos, a intervir ou a não intervir, conforme as circunstâncias.

S. Tomás compara a prudência a uma arte, e, pela definição que dá, faz dela a arte de bem proceder. De fato, a prudência tem todos os caracteres duma arte. Não lhe bastam conhecimentos teóricos; é preciso saber aplicá-los aos casos que se apresentam, saber atender, com equilíbrio, a todas as condições, mesmo, e talvez principalmente, às que não se podem pôr em equação. Como a arte, como o bom gosto, que é uma arte, a prudência sabe pesar todos os elementos que influem no caso particular que estuda, avaliá-los pelo seu justo valor, e utilizá-los para a aplicação da regra geral que interessa ao caso.

Como vícios contrários à prudência, podem apontar-se a imprudência propriamente dita, a negligência, e as falsas prudências que põem a inteligência ao serviço, não do nosso verdadeiro fim, mas de qualquer bem sensível armado, injustificavelmente, em fim último.

DE BARROS, Manuel Correia. Lições de Filosofia Tomista, 2 ed., Porto: Livraria Figueirinhas, 1966.

segunda-feira, 1 de junho de 2009

Da inércia à paralisia...

Quero retornar ao ponto inicial em que tudo me parecia novo e instigante... Escrever, quem sabe, algo relevante.

Ocorre que minha potência de sim e de não se transformou, no ato, em inércia, e da inércia sobreveio a paralisia. Nada mais me parece novo e instigante... E o fazer algo relevante se converteu na admissão, pronta e acabada, de pretender a irrelevância.

Que fazer?

Quem sabe retornar ao ponto de início... Ou permanecer na inércia...

Não sei...