quarta-feira, 10 de agosto de 2011

Edital de Extensão - “DA CONVENÇÃO INTERNACIONAL PARA A PROTEÇÃO DE TODAS AS PESSOAS CONTRA OS DESAPARECIMENTOS FORÇADOS E TEMAS CORRELATOS DE ORDEM NACIONAL E INTERNACIONAL”

FUNDAÇÃO UNIVERSIDADE FEDERAL DE RONDÔNIA

DEPARTAMENTO DE CIÊNCIAS JURÍDICAS

O Professor Mestre Marcus Vinícius Xavier de Oliveira, do Departamento de Ciências Jurídicas do Campus de Porto Velho, torna público ao corpo discente do Campus de Porto Velho a abertura das inscrições para a atividade de extensão “DA CONVENÇÃO INTERNACIONAL PARA A PROTEÇÃO DE TODAS AS PESSOAS CONTRA OS DESAPARECIMENTOS FORÇADOS E TEMAS CORRELATOS DE ORDEM NACIONAL E INTERNACIONAL” , a se realizar nos meses de setembro a novembro do corrente ano.


1. Carga Horária: 40 horas.

2. Público alvo: discentes do Curso de Direito do Campus de Porto Velho.

3. Número de vagas: 12 (doze).

4. Objetivo geral: Estudar a Convenção Internacional para a Proteção de Todas as Pessoas Contra os Desaparecimentos Forçados e temas correlatos no âmbito do direito nacional brasileiro e do direito internacional dos direitos humanos.

4.1. Objetivos específicos: Estabelecer o conceito de direito internacional da pessoa humana, bem como estudar as suas três vertentes, a saber: os direitos humanos, o direito humanitário e o direito dos refugiados -, bem como as interpenetrações no tocante à proteção integral da pessoa humana; Empreender o estudo do sistema global dos direitos humanos; Estudar os direitos humanos consagrados nas fontes universais gerais; Estudar a Convenção Internacional para a Proteção de Todas as Pessoas Contra os Desaparecimentos Forçados, e buscar compreender como este Tratado Internacional expande o sistema de proteção à pessoa humana; Verificar o tratamento aos desaparecimentos forçados em outras fontes normativas, em especial no âmbito do sistema interamericano de direitos humanos; Estudar o tratamento dado à temática no âmbito do Direito Penal Internacional; Estudo de Caso: a ADPF 153/DF (Lei de Anistia); Estudo de Caso: Sentença de 24 de novembro de 2010, no Caso Gomes Lund e outros VS. Brasil (Guerrilha do Araguaia), proferida pela Corte Interamericana de Direitos Humanos.

5. Dias, período e local: 02, 16 e 30 de setembro, 14 e 28 de outubro e 04, 11 e 25 de novembro de 2011, das 16:30 às 19:00 horas no Centro de Estudos Jurídicos da Amazônia –CEJAM, no antigo prédio da Reitoria, Campus de Porto Velho.

6. Critérios de avaliação: mínimo de 75% de presença nas atividades presenciais; elaboração de artigo, segundo as normas técnicas de produção científica, com no mínimo 10 e no máximo 15 laudas acerca de um dos temas tratados, a ser apresentado em 29 de fevereiro de 2012.

7. Observação: não fará jus ao certificado o aluno que contar com mais de 25% de faltas e/ou não entregar o artigo no período determinado.

8. Período de inscrição: 15 a 22 de agosto de 2011, através do e-mail advmarcusvinicius@gmail.com . A inscrição que for postada após as 24 horas do dia 22 de agosto de 2011 será considerada intempestiva .

8. Critério de desempate: havendo interessados em número superior ao de vagas, o professor realizará entrevista, em dada a ser designada, na qual se aferirão a disponibilidade tempo, interesse na temática e no início de produção técnico-científica, bem como ter obido aproveitamento em outros cursos/atividades de extensão, caso tenha participado.

9. Informações: pessoalmente com o professor responsável ou através do e-mail advmarcusvinicius@gmail.com  ou do blog http://www.profanacoes.blogspot.com/

Porto Velho, 10 de agosto de 2011.


Professor Mestre Marcus Vinícius Xavier de Oliveira



De Acordo:


Professor Mestre Delson Fernando Barcelos Xavier

Chefe do DCJ/Porto Velho


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FUNDAÇÃO UNIVERSIDADE FEDERAL DE RONDÔNIA


DEPARTAMENTO DE CIÊNCIAS JURÍDICAS


FICHA DE INSCRIÇÃO


ATIVIDADE DE EXTENSÃO: DA CONVENÇÃO INTERNACIONAL PARA A PROTEÇÃO DE TODAS AS PESSOAS CONTRA OS DESAPARECIMENTOS FORÇADOS E TEMAS CORRELATOS DE ORDEM NACIONAL E INTERNACIONAL



Nome
Matrícula
Data de Nascimento
Curso
Período
E-mail
Disponibilidade semanal para estudos, em horas
Discorrer, sucintamente, sobre o interesse na temática do curso de extensão e na inserção em atividade de pesquisa:
Língua estrangeira que tem domínio de leitura ( ) espanhol - ( ) inglês ( ) nenhuma

( ) Declaro estar ciente das regras do Curso de Extensão, bem como estar de acordo com as mesmas.

Porto Velho (RO), ___ de agosto de 2011.
Nome/Assinatura
Observação importante: não se esqueça de anexar cópia da certidão de matrícula e histórico escolar.

terça-feira, 9 de agosto de 2011

La nueva gramática del poder

JAVIER SOLANA - Ex alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea y ex secretario general de la OTAN, es presidente del Centro Económico y Geopolítico Global ESADE y miembro sénior distinguido en Política Exterior de la Brookings Institution.

DANIEL INNERATY - Director del Instituto de Gobernancia Democrática de la Universidad del País Vasco. Ambos son coautores de La humanidad amenazada: el gobierno de los riesgos globales. Copyright: Project Syndicate, 2011.



Las principales preocupaciones de la humanidad hoy no son tanto males concretos como amenazas indeterminadas. No estamos preocupados por peligros visibles, sino por peligros vagos que podrían golpear en el momento menos esperado -y contra los cuales no estamos suficientemente protegidos-.

Por supuesto, existen peligros identificables específicos, pero lo que más nos preocupa sobre el terrorismo, por ejemplo, es su naturaleza impredecible. Lo que nos resulta más perturbador sobre la economía estos días es su volatilidad.

En otras palabras, la incapacidad de nuestras instituciones para protegernos de la incertidumbre financiera extrema.

En general, gran parte de nuestra intranquilidad refleja nuestra exposición a amenazas que solo podemos controlar en parte. Nuestros ancestros vivían en un entorno más peligroso pero menos riesgoso. Soportaban un grado de pobreza que sería intolerable para quienes hoy viven en países avanzados, mientras que nosotros estamos expuestos a riesgos cuya naturaleza, aunque a nosotros nos resulte difícil de entender, para ellos sería literalmente inconcebible.

Dado que la interdependencia expone a todos, en todo el mundo, de una manera sin precedentes, gobernar los riesgos globales es el gran desafío de la humanidad. Pensemos en el cambio climático; los riesgos de la energía y la proliferación nuclear; las amenazas terroristas (cualitativamente diferentes de los peligros de la guerra convencional); los efectos colaterales de la inestabilidad política; las repercusiones económicas de las crisis financieras; las epidemias (cuyos riesgos aumentan con la mayor movilidad y el libre comercio); y el pánico repentino alimentado por los medios, como la reciente crisis de los pepinos en Europa.

Todos estos fenómenos conforman una parte del lado oscuro del mundo globalizado: contaminación, contagio, inestabilidad, interconexión, turbulencia, fragilidad compartida, efectos universales y sobreexposición. En este sentido, se podría hablar del "carácter epidémico" de nuestro mundo contemporáneo.

La interdependencia, de hecho, es una dependencia mutua -una exposición compartida a los peligros-. Nada está completamente aislado y los "asuntos externos" ya no existen: todo se ha vuelto nacional, hasta personal. Los problemas de otra gente ahora son nuestros problemas, y ya no podemos verlos con indiferencia, o con la esperanza de obtener algún rédito personal de ellos.Este es el contexto de nuestra peculiar vulnerabilidad actual. Lo que solía protegernos (la distancia, la intervención gubernamental, la previsión, los métodos de defensa clásicos) se ha debilitado, y ahora nos ofrece escasa protección o directamente ninguna.

Tal vez no hayamos tenido en cuenta todas las consecuencias geopolíticas que derivan de esta nueva lógica de dependencia mutua. En un mundo tan complejo, ni siquiera el más fuerte está suficientemente protegido. De hecho, la lógica de la hegemonía choca con los fenómenos actuales de fragmentación y automatización -pensemos en Pakistán, por ejemplo, o en Italia- que crean desequilibrios y asimetrías que no siempre son favorables a los poderosos.

Los débiles, cuando están seguros de que no pueden ganar, pueden lastimar a los más fuertes -y hasta hacerlos perder-. A diferencia del orden westfaliano centenario de los Estados-naciones, en el que el peso específico de cada Estado era el factor determinante, en un mundo de interdependencia, la seguridad, la estabilidad económica, la salud y el medio ambiente de los más fuertes son continuamente rehenes de los más débiles. Todos están expuestos a los efectos del desorden y la turbulencia en la periferia.

Estas condiciones de sobreex-posición, en su mayor parte, no tienen precedentes y plantean numerosos interrogantes para los cuales todavía no tenemos las respuestas correctas. ¿Qué tipo de protección sería apropiada en un mundo de estas características?

Como es lógico, una globalización contagiosa que aumenta la vulnerabilidad inevitablemente desata estrategias preventivas y defensivas que no siempre son proporcionadas o razonables. La xenofobia y el chauvinismo que algunas de las estrategias defensivas pueden despertar tal vez terminan causando más daño que las amenazas de las cuales supuestamente nos protegen.

De modo que, en esta era de calentamiento global, bombas inteligentes, guerra cibernética y epidemias mundiales, nuestras sociedades deben estar protegidas con estrategias más complejas y sutiles. No podemos seguir persiguiendo estrategias que ignoran nuestra exposición común a riesgos globales, y el resultante contexto de dependencia mutua.

Debemos aprender una nueva gramática del poder en un mundo que está más conformado por el bien común -o el mal común- que por el interés personal o el interés nacional. Estos no desaparecieron, por supuesto, pero están demostrando ser insostenibles fuera de un marco capaz de abordar las amenazas y oportunidades comunes.

Mientras que el antiguo juego de poder buscaba la protección de los intereses propios sin preocuparse por los de los demás, la sobreexposición obliga a la reciprocidad de los riesgos, el desarrollo de métodos cooperativos y el reparto de información y estrategias. Una gobernancia global verdaderamente efectiva es el horizonte estratégico que la humanidad debe perseguir hoy con toda su energía.

Suena difícil, y lo será. Pero no tiene nada que ver con el pesimismo. El desafío de gobernar los riesgos globales no es nada menos que el desafío de impedir el "fin de la historia", no como la apoteosis plácida de la victoria global de la democracia liberal, sino como el peor fracaso colectivo que podamos imaginar.

 

quarta-feira, 3 de agosto de 2011

Escándalo en el máximo tribunal

Una ONG argentina denuncia que en cuatro pisos propiedad de un juez de la Corte Suprema se ejerce la prostitución


SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ - Buenos Aires - 02/08/2011

El candidato presidencial de la Unión Cívica Radical (UCR), Ricardo Alfonsín, ha pedido la dimisión del magistrado de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, para que explique, desde fuera del máximo órgano jurisdiccional argentino, cómo es posible que al menos cuatro apartamentos de su propiedad, en la ciudad de Buenos Aires, estén alquilados a negocios de prostitución.

Zaffaroni, de 71 años de edad y uno de los jueces más famosos de Argentina, es miembro de la Corte Suprema desde 2003, no niega ser el dueño de esos apartamentos pero mantiene que un apoderado y una agencia inmobiliaria son quienes se encargan de buscar inquilinos, sin que él tenga el menor conocimiento o contacto con ellos.

El escándalo se inició hace dos semanas cuando el diario Perfil planteó que dos céntricos prostíbulos, en el mejor barrio de la ciudad, estaban instalados en apartamentos propiedad del juez. Posteriores investigaciones por parte de la ONG La Alameda, dedicada a la lucha contra la prostitución, ampliaron el número de locales propiedad del juez donde se ejercía la prostitución hasta cuatro pisos diferentes. La ONG presentó inmediatamente una denuncia contra la trata de mujeres.

El director de Perfil, Jorge Fontevecchia, uno de los periodistas más conocidos del país, escribió este domingo un artículo titulado "La noticia no deseada" en el que explica que no existe ninguna animosidad contra el juez Zaffaroni, sino que, bien al contrario, ha contado siempre con su respeto como juez garantista y con su admiración por sus méritos jurídicos. Pero "el periodismo no es una profesión para hacer amistades", escribe Fontevecchia.

Zaffaroni, calificado muchas veces como el magistrado de la Corte Suprema más cercano a los Kirchner, en algunos de cuyos actos políticos se dejó ver en ocasiones, ha explicado en Página 12 que es propietario de 15 inmuebles en la ciudad que figuran en sus declaraciones patrimoniales. "Es obvio que no puedo administrarlos personalmente, de modo que tengo un apoderado y una inmobiliaria que los alquila. Me limito a recibir lo que me paga".

El juez anuncia que ha dado instrucciones para "verificar" lo que pasa y pedir a los inquilinos que abandonen los apartamentos implicados inmediatamente. En caso contrario, presentará la correspondiente denuncia. Zaffaroni se lamenta de que ni el diario Perfil ni la ONG La Alameda acudieran a él antes de hacer públicos los datos de que disponían.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación está integrada por un presidente, Ricardo Lorenzetti; una vicepresidenta, Elena Highton de Nolasco; y cuatro ministros o magistrados, además del propio Zaffaroni: Carlos Fayt, Enrique Petracci, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay. Bajo la presidencia de Lorenzetti, de 56 años, y con el actual equipo, la Corte se ha convertido en una de las instituciones más respetadas e independientes de Argentina.

"Precisamente por eso, porque la Corte Suprema es una institución prestigiada, es por lo que creemos que el ministro Zaffaroni, aunque no haya delito, debe dimitir, evitando que se perjudique la justicia", ha explicado Ricardo Alfonsín.

"Estamos ante un caso que tiene que ser investigado y del que se deducirán responsabilidades. Esto puede ser, en el mejor de los casos, un papelón y el peor un delito", ha precisado Alfonsín. Al candidato radical le resulta, además, "difícil" creer que "el propietario de seis departamentos no sepa cuál es el destino que se les da cuando los alquila".

La diputada Elisa Carrió, caracterizada por su lucha contra la corrupción, se ha expresado con cautela y ha recordado que, según la Constitución argentina, "lo que corresponde es que Zaffaroni se someta a un juicio político en el Congreso". Carrió ha recordado que su grupo denunció en su día la participación de Zaffaroni en actos del kirchnerismo y en tareas de asesoramiento.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Escandalo/maximo/tribunal/elpepuint/20110802elpepuint_10/Tes

segunda-feira, 1 de agosto de 2011

El horror de Noruega y la libertad de expresión

TIMOTHY GARTON ASH - Catedrático de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford e investigador titular en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

Podemos ignorar la yihad, pero no podemos evitar las consecuencias de ignorar la yihad". Esa fue la primera reacción de la bloguera antiislámica estadounidense Pamela Geller tras la noticia de los atentados terroristas en Noruega, y en su página web, Atlas Shrugs (Atlas se encoge de hombros), colocó el enlace a un vídeo anterior de una manifestación a favor de Hamás en Oslo. Cuando nos enteramos de que el asesino de masas no era un terrorista islámico sino un terrorista antiislámico, cuyo manifiesto de 1.500 páginas estaba lleno de citas de escritores como ella, Geller se encogió de hombros como Atlas: "Es un maldito asesino. Punto. Es responsable de sus actos. Él y solo él. No ha habido nada de ideología".

"Nadie ha explicado ni puede explicar qué tienen que ver las supuestas opiniones antiyihad de este individuo con el hecho de que haya asesinado a unos niños", protestó Robert Spencer, de Jihad Watch, otro bloguero al que Breivik citaba y elogiaba. A los "luchadores de la libertad" como él mismo, decía Spencer, no había que meterlos en ese mismo saco.

Bruce Bawer, un estadounidense residente en Oslo que escribió una jeremiada sobre la toma de Europa (Eurabia) por parte de los musulmanes, se mostró más considerado. Tras tomar nota de que, en su manifiesto de los Neocaballeros Templarios, Anders Behring Breivik "cita de forma elogiosa y con detalle mi trabajo y menciona mi nombre 22 veces", Bawer reflexiona, con una desolación que le honra: "Es escalofriante pensar que esas notas que yo había escrito para el blog en mi hogar del oeste de Oslo a lo largo de los dos últimos años las estaba leyendo y copiando un futuro asesino en su hogar del oeste de Oslo".

¿Qué relación hay, pues, entre sus palabras y los actos cometidos por Breivik? ¿Qué consecuencias debe tener para la forma de tratar a unos escritores a los que este asesino de masas citaba en términos tan elogiosos?

En primer lugar, las personas como Geller y Spencer, y mucho menos Bawer, más atento, no son responsables de lo que hizo Breivik. Es un error tan grande declararles cómplices de asesinato de masas como proclamar que los escritores musulmanes no violentos (aunque a veces autoritarios y extremistas) son cómplices de los terroristas musulmanes que atentaron en Nueva York, Londres y Madrid. Dado que ellos llevan muchos años haciendo precisamente eso, sería tentador sentir cierta pizca de satisfacción al ver que a Geller y compañía les ha salido el tiro por la culata. Pero no debemos actuar como ellos. No son cómplices. Punto.

Sin embargo, si es ridículo sugerir que no existe ninguna relación entre la ideología islamista y el terrorismo islamista, también lo es decir que no hay ningunaconexión entre la visión alarmista de la islamización de Europa que difunden estos autores y lo que Breivik creía estar haciendo. ¿"Nada de ideología"? Por supuesto que sí. Una parte importante del manifiesto de Breivik es una evidente repetición -con frecuentes citas sacadas y recortadas de Internet- de las historias de horror que escriben sobre Eurabia, tan debilitada por el veneno del multiculturalismo y otras enfermedades izquierdistas que se somete sin lucha a una situación de dimitud bajo la supremacía musulmana. Su mente, claramente desequilibrada (otra cosa es que esté loco en sentido legal), salta de ahí a la conclusión de que el Caballero Justiciero (él mismo), en su soledad, debe dar un toque de atención heroico y brutal que despierte a esta sociedad debilitada, una señal aguda, como explicó a los investigadores noruegos.

¿Qué hay que hacer con esas palabras tan inflamatorias? Una respuesta, muy popular en algunos sectores de la izquierda europea, es: "¡Prohibirlas!". Si la idea engendró el hecho, impidamos la idea. Habría que añadir una nueva serie de términos y sentimientos ofensivos y extremistas a la ya larga lista de palabras dentro del "discurso de odio" que son procesables en uno u otro país de Europa. Hace unos años, la entonces ministra de justicia alemana, Brigitte Zypries, logró que la UE aprobara una "decisión marco" para la multiplicación paneuropea de esos tabúes; por suerte, no se ha llevado a la práctica todo lo que ella pretendía.

Por suerte, digo, porque es una vía equivocada. No va a hacer desaparecer esas ideas, solo hacer que pasen a la clandestinidad, donde se enconarán y se harán más venenosas. Congelará el debate legítimo sobre temas importantes: la inmigración, la naturaleza del islam, los hechos históricos. Dará a gente tan repugnante como David Irving la oportunidad de proclamarse mártires de la libertad de expresión. Llevará a los tribunales a personas fantasiosas como Samina Malik -una vendedora de 23 años procesada en Reino Unido por escribir unos pésimos versos en los que glorificaba el martirio y los asesinatos de los yihadistas-, pero no a los hombres que de verdad ejercen la violencia.

Contra la incitación directa a la violencia debe caer, siempre y en todas partes, todo el peso de la ley. Los textos ideológicos que alimentaron la locura de Breivik, en mi opinión, no cruzaron esa línea. Permitir la manifestación de las fantasías militantes de los extremistas, tanto islamistas como antiislámicos, es el precio que pagamos por tener libertad de expresión en una sociedad abierta.

¿Quiere eso decir que no hay que darles respuesta? Por supuesto que no. Precisamente porque el precio de prohibir esas palabras es demasiado alto, y de todas formas sería imposible hacerlo en la era de Internet, es por lo que debemos hacerles frente en combate abierto. Un campo de batalla fundamental es la política, y los políticos de los grandes partidos europeos, viendo el éxito electoral de los partidos populistas y xenófobos, están dedicándose a apaciguar, en vez de levantar la voz contra los mitos extremistas. Otro terreno es el de los medios llamados convencionales. En un país como Noruega -y en Reino Unido-, la radiotelevisión pública y la prensa de calidad responsable son la garantía de que, aunque se difundan opiniones radicales, los peligrosos mitos que proponen estén acompañados de datos, reflexión y sentido común. Para quienes aún leen y escuchan esos medios, claro está.

¿Pero qué sucede cuando uno se informa a través de los periódicos sensacionalistas y demagogos, como los que tanto le gustan a Rupert Murdoch? ¿O en una cadena de televisión que siempre es sectaria, como las de Silvio Berlusconi en Italia o Fox News (también de Murdoch) en Estados Unidos? La noche de los asesinatos de Oslo, la presentadora invitada en el programa de Fox News The O'Reilly Factor, Laura Ingraham, informó de "dos atentados mortales en Noruega, que parecen ser obra, una vez más, de extremistas musulmanes". Después de contar lo que se sabía de los ataques, continuó: "Mientras tanto, en Nueva York, los musulmanes que desean construir la mezquita en la Zona Cero han logrado una victoria legal...". Malditos musulmanes, que ponen bombas en Oslo y mezquitas en Nueva York.

¿Y si uno obtiene sus informaciones de lo que ocurre en el mundo, sobre todo, a través de Internet? El caso de Breivik vuelve a mostrar que la red es un recurso fantástico para quienes quieren buscar con la mente abierta. En solo unas horas, se obtiene una cantidad de información para la que antes hacían falta semanas e incluso seguramente un viaje al país en cuestión. Ahora bien, cada vez existen más pruebas de que el funcionamiento de Internet puede contribuir también a cerrar las mentes, reforzar los prejuicios y alimentar las teorías de la conspiración.

En Internet es demasiado fácil encontrar a las otras 1.000 personas que comparten tus opiniones pervertidas. Y entonces entras en una espiral viciosa de pensamiento de grupo que refuerza el peor tipo de ideología: una visión del mundo sistemática y coherente que está totalmente alejada de la cotidianeidad humana. El manifiesto de Breivik, con sus interminables citas sacadas de la Red, es ejemplo perfecto de ese proceso.

No hay soluciones fáciles. "¡Prohibidlo!" es la respuesta equivocada. El verdadero reto es descubrir cómo aprovechar al máximo la extraordinaria capacidad de Internet para abrir las mentes y reducir al mínimo su tendencia a cerrarlas.